miércoles, 19 de enero de 2011

Mi historia contigo

Todavía recuerdo aquella tarde de Junio:
Tus ojos negros y tu ceño fruncido,
esperando de mis labios las tres palabras que tanto ansiabas
y hasta ayer me arrepentía de no haberte dicho.

Pero ahora estoy aquí,
a la sombra de este sauce,
en la orilla de este río.
Veo las nubes pasar,
la brisa me sopla el flequillo
y los peces me preguntan
si echo de menos tu calor…
“Mmm… sí, mas tampoco siento frío”.

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