sábado, 11 de diciembre de 2010

Deftones (lI)

Tanto que presumía yo de concierto el otro día, que al final hasta me defraudó. Suele pasar que cuando uno crea muchas expectativas, al final el resultado no está a la altura de ellas. Me ha pasado cien mil veces a lo largo de mi vida (sobre todo con los días de mis cumpleaños, que al final siempre me parecían todos unos funerales), pero no aprendo. Y el miércoles pasado pretendía asistir a uno de esos conciertos que tenía en la agenda desde hace muchos, muchos años y resultó ser medio bluff.

Los Deftones son un grupazo y me parece que hacen temas a un nivel altísimo. Pero para poder darlo todo en directo (nada que objetar a su puesta en escena: para lo que es La Riviera, que es un cuchitril, desde mi punto de vista, se lo curraron bastante) no basta con ser buenos músicos y tener buena actitud. Desde mi humilde parecer, también te tienen que acompañar el escenario y un ingeniero de sonido decente. Y el que tenían el otro día era penoso. Ya en la previa me mosqueó mucho que los temas que iba poniendo de ambientación (por cierto, eclécticos, fuera de lugar y algunos hasta malos) eran difícilmente reconocibles, ahogados en unos baffles sacados del trastero de un tío suyo que tenia un grupo allá por los 80. Eso me hizo pensar que las cosas no pintaban muy bien y que, cuando saliera el grupo, lo iba a arreglar como lo arreglan los malos ingenieros de sonido...

Y así fue: salieron por fin los Deftones y les enchufó todos los altavoces al 10 y con unos graves que a cada golpe de bombo se te hundía el esternón hasta hacer tope en algún órgano interno. Fui incapaz de distinguir una sola nota en las tres primeras canciones... o lo que fuese aquello, porque en realidad el conjunto era difícil de distinguir de una explosión nuclear. Se ve que, bien por conciencia propia ( lo dudo) bien porque alguien le dio un toque, bien porque mis oídos se fueron adaptando darwinianamente a aquello, a medio concierto la cosa ya sonaba algo mejor. Eso sí, los graves a lo suyo, que llegué a dudar de si mi esternón tendría bisagra, visto que aún aguantaba dentro de la caja torácica.

Pero en el fondo, lo que mas me fastidió de todo es que me costó la broma 33,50 €. En cualquier otro lugar habría puesto una hoja de reclamación para que me devolviesen la mitad del dinero. Pero esto es Madrid, aquí no existe eso de ver a los Ramones en una plaza de toros por 3 €. No, ya no se lleva ni interesa. Y como gilipollas seguimos yendo y pagándolo. En el fondo nos está bien por ir de rockeros alternativos y off-system y amoldarnos al status quo los primeros, como quinceañeras en la cola de la caja de Zara.

Después de un año de sacrificios (he dejado de ir a ver a Nine Inch Nails, Korn, Massive Attack, Extremoduro y tantos otros) por fin me doy un gustazo y me encuentro con esto. Lo único que he sacado en   limpio es que a La Riviera no vuelvo (exijo mínimo las Ventas o el Palacio de los Deportes para pagar semejantes dinerales) y que probablemente mis tiempos de rockero han pasado a mejor vida. Creo que toda esta rajada es más fruto de la estupefacción con la que comprobé mi total falta de entusiasmo que de las deficiencias del propio concierto. Es posible que ya le haya llegado el turno en directo a grupos como Faithless, Chemical Brothers o Daft Punk...

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Deftones

¡Hoy voy a ver a los Deftones en concierto! Joder, ya era hora de que me cayera algún concierto decente.

Mus

La vida es como una partida de mus. Yo siempre he ido envidando a grande, muchas de las veces con acierto. Y si de algo me arrepiento, es de la única vez en que pasé. El contrario no levantó las cartas y me come por dentro el pensar si llevaba algo...

Madrid

Dícese del lugar donde la gente llega a una cola formada por dos personas y se cuelan, alegando en el último instante no haber visto a aquel que figuraba en segunda posición, a pesar de que mide 1,83 y le saca la cabeza al 80% de la población local.

viernes, 3 de diciembre de 2010

La cartelera

Acabo de ver una peli en el vídeo que prometía bastante, al menos para pasarse la tarde tomando un café en el sofá, y ha resultado ser la mayor basura que he visto en los últimos años: "Cazador de dragones". Probablemente siga ostentando ese dudoso honor hasta que alguien me obligue a ver la recién estrenada "Tres metros sobre el cielo" (3MSC, según la absurda moda de reducirlo todo a escritura sms). Tira un pestazo ya en las promociones que no sé si lo podría aguantar.

Ya empezamos con la c*ño Navidad

Esta mañana ya hemos recibido en la empresa el primer correo de la dirección finalizando con un "¡Feliz Navidad!" y un dibujito de abetos nevados, bolitas de color rojo y la madre que lo parió. Obviamente se llevó un Supr como la copa del susodicho abeto, no merecía otra cosa.

Tengo unas ganas locas de que llegue el 7 de enero.

jueves, 2 de diciembre de 2010

Paro, suma y sigue

Creo que, si me pongo a pensarlo, casi conozco más gente en paro que trabajando. Cosas de los círculos sociales, supongo. Hoy han despedido a tres personas (3) en mi departamento de la empresa, uno de ellos un compañero muy cercano. Fulminante, ha sido un "aquí tienes el finiquito y ahí tienes la puerta". Ha sido un mazazo para todos los que estábamos allí y el bajón nos va a durar unos días aún. Y ya no sólo por los compañeros que mañana, a su pesar, no tendrán que madrugar, sino porque el sabio refranero español ya lo dice: "cuando las barbas de tu vecino veas pelar...", pues eso.

Todo, en general, se está poniendo muy feo.