martes, 9 de noviembre de 2010

Niños

Señores obispos irlandeses y demás curia católica, márchense de aquí, esto no va de lo que ustedes pensaban.

Es sólo (sí, señores de la Rae, con tilde) para dejar aquí una sensación que tengo desde hace tiempo, ya que comparto piso con una de esas personas diminutas. Da igual las rabietas que cojan, las manipulaciones a las que te someten, lo tocahuevos que pueden llegar a ser a veces estos enanos... En el fondo acabas dándote cuenta de que dentro de ellos sólo anidan las buenas intenciones y las ganas de ayudar a los demás, somos los adultos los que los metemos en un círculo de vida para el que no estaban preparados y al que tienen que acabar adaptándose a base de malas artes.

Los cabrones somos nosotros, los que presumimos de vivir civilizadamente en sociedad. Rousseau tenia toda la razón.

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