viernes, 11 de mayo de 2007

Helados

Llega el calorcillo y con él los helados de rigor a los postres. Hoy me han invitado a un Magnum de chocolate blanco. Muy rico, sí, pero con el primer mordisco ya me vinieron a la memoria los dos mejores helados de la historia, insuperados aún: El Camychoc de principios de los 90 y el sublime Colajet, el helado del que siempre me decía mi madre: "pero coge uno de verdad, que eso es puro hielo". Pero era el hielo más rico del mundo...

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