martes, 22 de noviembre de 2005

Recurrencias

Esta mañana batí la mejor marca personal del año de "tiempo de ocio y reflexión camino del trabajo" o, lo que es lo mismo, tardé más que nunca en ir de mi casa a la oficina. En 1 h. 38' (una hora y treinta y ocho minutos) me habría dado tiempo a pensar en lo impensable y a escribir aquí la biblia en verso, pero no, sólo se me ocurrió una chorrada, que suele ser lo habitual. Estando yo metido en un tumulto de gente, el cual estaba metido a presión en un autobús, metido éste a su vez en un fenomenal atasco, me asaltó el siguiente pensamiento:
"En estos momentos, en algún lugar del mundo, alguien estará haciendo alguna gilipollez bajo el agua, probablemente dentro de una piscina con tiburones de esos que no muerden, y esta noche saldrá en todos los telediarios de las 9".

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